lunes, 18 de junio de 2018

Una batalla ganada: Celebramos la nueva edicion de la Clasificación CIE-11 de la Organización Mundial de la Salud

Ser trans ya no es un trastorno mental: la nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud, CIE-11 ha sido publicada. La actualización de este documento se da luego de casi tres décadas en las que no se incluían ni excluían alteraciones del estado de salud al listado. Según la OMS, la transexualidad era considerada un desorden de la identidad de género y por lo tanto una enfermedad mental.
Esta propuesta ha tenido una gran acogida entre el colectivo transexual que celebra el cambio aunque critica la definición. El término deja de figurar en el epígrafe “trastornos de personalidad y comportamiento” y pasa al epígrafe de “condiciones relativas a la salud sexual” junto a otros conceptos como “disfunciones sexuales” o “trastornos relacionados con dolencias sexuales”. El anuncio no marca el final del proceso de la CIE-11, sino el comienzo de una nueva fase, centrada en la implementación y evaluación a nivel países. La nueva versión se presentará para su aprobación final en la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2019. Como se anticipara, todas las categorías relacionadas con las personas trans se han eliminado del Capítulo de la CIE sobre Trastornos mentales y del comportamiento. Al mismo tiempo, se han introducido nuevas categorías relacionadas con las personas trans: Incongruencia de género en la adolescencia y adultez e Incongruencia de género en la infancia. Estas categorías se han incluido en un nuevo capítulo de la CIE, el Capítulo 17 sobre Condiciones relacionadas con la salud sexual. Por lo tanto, la OMS dictamina que ser una persona trans o de género diverso no significa sufrir un trastorno mental. Hoy, una vergonzosa historia de patologización, institucionalización, "conversión" y esterilización comienza a cerrarse. El trabajo para despatologizar las vidas trans y de género diverso está lejos de terminarse:
1. El activismo comprometido y organizado será más necesario que nunca para asegurar la implementación efectiva a nivel país, para eliminar las regulaciones patologizantes al tiempo que se garantiza el pleno acceso al reconocimiento legal de género y a los procedimientos de afirmación de género.

2. La incongruencia de género debe ser revisada y reemplazada tan pronto como sea posible con una categoría que sea capaz de conservar su utilidad mientras elimina su contenido normativo.


3. La Incongruencia de género de la infancia debe eliminarse de la CIE-11, a través de la movilización nacional, regional e internacional en favor de la completa despatologización de la diversidad de género en la infancia.


4. La despatologización trans y de la diversidad de género en la CIE-11 debe ir acompañada de una reafirmación decida de nuestro objetivo final: la despatologización total basada en los derechos humanos y, en particular, en el acceso universal a la atención de salud.


5. Muchas personas en todo el mundo han sufrido severamente el impacto de la patologización. Como cualquier otra víctima de violaciones de derechos humanos, tienen derecho a la verdad, a la rehabilitación y a la reparación.

Ciudad de Guatemala, 18 de junio de 2018.

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